jueves, 16 de febrero de 2012

Hoy estaba siendo un día de lo más normal, hasta que esta tarde he tenido uno de esos encuentros incomodísimos que todos tratamos de evitar, pero que debido a que el mundo es un pañuelo, pequeño, pequeño, sabes que algún día sucederá.
Seguro que alguien ha vivido algo parecido.
Yo tenía  una trabajadora, con la que convivimos 17 años, para mí era como de la familia. Nos contábamos todo tipo de cosas, era de mi confianza, en todos los sentidos.
Pero llegaron las vacas flacas y la empresa no podía soportar el gasto que ella suponía teniéndola que despedir.
Desde ese momento se acabo todo, paso a ser mi mayor enemiga, cuando  hay dinero por medio se acabo, la amistad, la familia y cualquier relación que pudiese existir. El final no fue muy agradable y hoy después de tres años sin vernos, me la he encuentro de morros, Sin opción de evasión.
Pero estoy encantada de mi reacción, si señor.
Todos sabemos lo que cuesta volver a saludar o hablar, con alguien que te ha defraudado tanto y te ha hecho tanto daño.
He estado super digna, he saludado, he preguntado, y me he comportado con tanta indeferencia que yo misma me he sorprendido gratamente.
Lo único negativo del encuentro, ha sido que, no iba vestida para la ocasión.
Pero prueba SUPERADA, soy la mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario