martes, 11 de marzo de 2014

fin 2



                              CAPITULO V
                             Segunda parte
                                        
                         TODO ES TIEMPO


Sin poder desviar la mirada de ella, la MDLN trató entonces de manipular el peligroso cutter. Tras varios torpes intentos, la afilada cuchilla retráctil salió violentamente del mango en toda su longitud emitiendo un ruido espeluznante que hubiera acojonado al mismísimo Harry El Sucio.

Chispa, despavorida, tal que hubiera oído  el chupinazo de las fiestas de San Fermín, se arrancó a correr hacia mí, dio un brinco, y se encaramó a mis brazos. (Lo que demuestra que la serie Scooby-Doo estaba basada en hechos reales)

 Pero los malos agüeros no sólo el hombre y los perros son  capaces de preverlos. Con la cuchilla del cutter emitiendo destellos al sol,  bandadas de pájaros salieron atemorizadas de los árboles del parque, seguidos de pequeñas nubes de moscas, abejas, avispas y hasta de los  mismísimos pulgones que plagaban las plantas del patio.

Chicharras, grillos y demás coyuyos callaron al unísono. Allí los tres, la MDLN, Chispa en mis brazos, y yo mismo, en expectante silencio nos miramos unos a otros con la misma desconfianza que El Bueno, el feo y el malo en el duelo final de la película del mismo nombre. (Hoy estoy cinematográfico)

 La tensión hubiera podido cortarse y nunca mejor dicho. Bajé a Chispa al suelo, que no tardó en resguardarse detrás de mí. Dije con voz almibarada:

-         Cariño, amor, vida mía, escúchame antes de utilizar ese peligroso cutter. Antes de abrir el monolito, qué mejor que recordar juntos los inmortales versos de  Neruda. ¿Recuerdas?: …si nada nos salva de la muerte, por lo menos que el amor nos salve la vida. O al menos, seamos precavidos: llamemos antes a una unidad de urgencias. Amor, escucha, siento que podría amarte hasta que se me acabe la vida, o hasta que quieras quitármela, pero…, espera, te lo imploro, aguarda, el miércoles hay Champion . – seguí diciendo lo primero que me venía a la cabeza para entretenerla -  Te amo, no sólo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo. Renuncia  a  utilizar ese cutter y busquemos juntos  el abrefácil. No hagamos realidad aquel verso: Porque el amor cuando no muere, mata. By Joaquín Sabina. No es verdad, no es verdad…
-         Calla y no seas tonto - me interrumpió – No te preocupes, tendré cuidado

Y entonces la MDLN se acercó al obelisco-caja de los  Brothers and His Mother. Chispa, volviendo a interpretar a Scooby-Doo, dio un salto y se encaramó a mi espalda, como a caballito.

 Con sumo cuidado, la MDLN comenzó a abrir la enorme caja. Era como si el Woody Allen de la película El Seductor se hubiera enrolado en la brigada antiexplosivos y viéramos como manipulaba una bomba.

Pero el destino, cuando mejor lo tenía para justificar una desgracia, perdonó a mi esposa y limpiamente, ésta, sin percance que reseñar, abrió la caja.

- ¿Lo ves? Ha sido muy fácil – dijo mirándome con la misma satisfacción que el niño que apenas sabe andar  y mira a su madre sonriendo después de trastabillar sin caer al suelo.

Agradecido di gracias a todos los dioses conocidos (especialmente a Manitu, por el cual siento un cariño especial desde la niñez). No había habido sangre, y la piscina parecía intacta.

Lo peor  había pasado.

 Algunos pájaros volvieron. Las chicharras empezaron a cantar de nuevo y note por el movimiento de las hojas que los pulgones habían vuelto.

 Chispa se bajó de mi espalda y quedó mirándonos desde la puerta

-         Ahora sólo tenemos que extenderla - dijo ella.

Sacamos por completo la piscina de la caja

-         Es enorme - dije

Sería la una de la tarde. El sol caía plúmbico y sudábamos como los condenados de la Leyenda del indomable. Teníamos ya desplegada toda la piscina. Obviamente demasiado grande para el patio
-         ¿Tomamos un refresco? – dijo ella
-         Buena idea. - asentí

La MDLN, que se hallaba al otro lado del patio, comenzó a pisar  por encima del PVC de la piscina hacia la cocina, cuando de pronto oímos un clic, seguido de un ruido sibilante. La MDLN se detuvo
-         ¿Qué es ese Shsssssss?- dijo
-         No lo sé.

Miramos a nuestro alrededor pero no localizamos
su procedencia. Éste era sordo pero constante.

-         No debe ser nada.- dijo ella

Levantó entonces un pie para seguir caminando cuando el zumbido del aire se aceleró hasta convertirse en un ruido amenazador.

Al parecer, mi mujer, sin querer, había pisado el dispositivo de hinchado automático poniéndolo en marcha a su máxima velocidad, y  ésta empezó a inflarse con una rapidez  extraordinaria y que no me hubiera extrañado que en el barrio  creara un vacío.

Por lo que hallándome en ese momento en una esquina de la pared frontal, asustado, traté de ponerme a buen recaudo, pero al tratar de salir de allí, tropecé en una de las macetas, caí al suelo y sin remisión, me vi sentado en el mismo sin poderme mover, empotrado por la piscina.


Para que se hagan una idea de lo que ocurrió, una piscina olímpica mide cincuenta metros  de largo y nuestro patio como ya dije, seis.

Sobraba pues piscina por todos lados. Ésta, por hallarse longitudinalmente encarada al edificio, al hincharse, uno de los extremos subió por la fuerza del aire hasta el segundo piso, y el otro, formando una V desbordó la pared del patio que da a la calle.

 Los vecinos del edificio salieron a sus respectivas galerías para comprobar qué ocurría, y en la calle no tardó en juntarse  una reata de niños y padres. ¡Mirad! – oí que exclamaban -  ¡Qué es aquello! ¡Vamos para allá! ¡Sí, vamos, vamos!

Pero la voz que yo deseaba oír era la de mi mujer. No duró mucho mi inquietud. Con alivio oí:
-         ¿Estás bien, cariño?
No pude contestar. Tenía la cara aplastada. Mi rostro debía ser  el mismo que Picasso plasmara en su “Cabeza de Arlequín”. Para liberar mi voz retiré ligeramente y gran esfuerzo la barbilla del PVC. Dije:

-         No.
-         ¿Qué?
-         Que no…- traté de gritar,  pero la voz me salió hueca y sin fuerza. Dudé si me habría oído

-         ¿Quieres que haga algo? – dijo mi mujer
-         ¡Señora- escuché que  el vecino del tercero decía desde el balcón- creo que a su marido le ha trincado la piscina contra la pared!

Apenas podía respirar. Era como tener un caimán dentro de mis pulmones que me devoraba los alvéolos de mis bronquiolos (?)
.
-         Cariño- volvió a decir mi mujer- yo creo que lo mejor será pincharla. ¿No crees?
-         Sí- dijo la vecina del cuarto- yo creo que va a ser lo mejor
-         ¡Sí…!´- dije con gran esfuerzo y dolor, pero me iba la vida en ello.
-         ¿Sí? Bueno, tú sabrás, pero si la pincho no nos devolverán el dinero en Carrefour…

Dicen que a los que están apunto de morir les pasa toda su vida por la mente en cuestión de segundos. No es cierto, puedo corroborarlo.

 En mi caso, la vida que pasó por mi mente fue la de mi mujer.

-         Ahora vengo. Aguanta cariño – acabó diciendo

Me faltaba el aliento y las fuerzas. A punto del desmayo, traté de mantenerme consciente desviando el pensamiento de mi propia agonía. Afuera, alguien dijo:

- Es una piscina gigante o un zeppelín?

Luego el hijo del vecino del cuarto, un niño…, un niño feo y canijo,  un niño que… Dejémonos de zarandajas: un niño asqueroso.  Y además un poco redicho. Preguntó:
 
-         ¿Es un globo aerostático, papá?
-         Creo que es una piscina, hijo
-         ¿Aerostática, papá?
-         No creo, hijo, no creo

Una niña con voz cantarina y caprichosa, expresó su deseo:

- ¡Yo quiero que sea el castillo hinchable de Pocoyo!

Por fin pude oír a mi mujer.

     -Cariño, - dijo - ¿sabes dónde hemos dejado el cutter?

Mi muerte era inevitable. Ya no podía hablar y me faltaba la respiración.

-         Para el caso un cuchillo también serviría – gritó otro vecino
-         Con los nervios… Vuelvo enseguida

Sentía la falta de oxigeno en mi cerebro. No tenía dudas de que agonizaba. Que iba a morir. Estaba seguro, absolutamente seguro. Era la realidad, no un pensamiento lejano,  sino efectivo e inmediato.

  Vi la vida alejarse de mi como en un trávelin cinematográfico y cenital.  Curiosamente dejé de sentir dolor. Nada. Todo era lejanía, transito. Como si fuera sentado sobre la hoja seca de un árbol que zarandeaba el viento. Y recuerdos. Viejas caras y sensaciones.  Todo a una y mezclado.

No asistiría a la boda de mi hija, muerto por una ridícula piscina hinchable de jardín, pensé, sin miedo, sin reproche, sin pesar.

 Sólo me quedaban zeptosegundos… , destellos,

 Pero de pronto mi visión de la realidad empezó a descender. Noté  una leve conciencia, el olor a plástico y algo cálido y casi extraño dentro de mis pulmones. Y de nuevo el dolor, aunque la presión sobre mi rostro  ya no era tan intensa. Oí:
-         ¡Ya!
Era mi mujer. Luego noté en la cara dos lametones de Chispa que me hicieron abrir los ojos. Oí unos aplausos de los vecinos. También estaba mi hija.
-         ¿Estás bien?
Asentí con la cabeza tratando de normalizar mi respiración.
-         ¿Puedes levantarte? – dijo mi hija - ¿Te ayudo?
Contesté con un gesto de la cabeza. Como pude me incorporé y quedé sentado en el suelo apoyado de espaldas contra la pared.
- No – dije entre carraspeos – Quiero quedarme aquí un momento
Al poco, mi mujer, dijo:
-         Cariño, creo que vamos a tener que comprarnos una piscina más pequeña.
No contesté ocupado como estaba, extasiado, degustando el aire. Entre las dos empezaron a recoger la piscina deshinchada.  Viéndolas pulular por el patio me sentí afortunado. Nunca me había alejado tanto de ellas.
Y en mi cerebro una frase se repetía una y otra vez : todo es tiempo, todo es tiempo, to-do-es-ti-em-po. Todo…









fin

domingo, 2 de marzo de 2014

Después de varias intrusiones del PDLN.
Me he prometido a mi misma, que este año no pondré la piscina.
Simplemente para no darle más motivos a este mí querido esposo, para seguir divagando a costa de mi piscina.
Claro esta que la mayoría de las cosas que cuenta están un tanto exageradas.
Pero de todos modos, me gusta, porque de algún modo, me da a entender que realmente esta más pendiente de lo que hago, de lo que yo imaginaba.
Pues como toda mujer, en muchas ocasiones pensamos que nuestros maridos, ni nos oyen, ni nos ven. Pues bien, quizás tengamos que prestar más atención también nosotras.
Ahora os contare mí fin de semana.
Mi hija se ha cambiado de piso. El que tenia anterior, no le permitía grabar sus videos de recetas, pues la cocina era muy pequeña y necesitaban más espacio para almacenar, tanto cacharro de cocina.
Se han cambiado a un duplex precioso, con muchísima luz y  muchos armarios en la cocina.
Como en el anterior piso, aprovecharon algunos muebles viejos. En esta ocasión han comprado nuevos.
Para sacarle el máximo partido posible, los han comprado de esos que te llegan desmontados y que con un plano “pelin” complicado, tienes que montarlos.
Pues bien. He descubierto que no se me da muy mal.
He montado varios de los muebles y me he divertido mucho.
También, reconozco que en algunos momentos, por mi boca salían algunos de mis “tacos” preferidos. Pues siempre hay algún tornillito que se resiste y hace que desees mandarlo todo al carajo.
Pero superados esos momentos. ¡aleluya¡ mueble montado.
Les esta quedando precioso.
Yo me pregunto ¿Cómo podemos acumular tantos trastos?.
Es una pesadilla. Da la sensación de que las cajas no se acaban, que por más que abras cada vez quedan más.
Como he comentado, mi hija como ejecutora y mi yerno como cámara, editan videos con recetas, cada semana. Para quien no lo sepa el blog es sanwichita.es, están en  Factbook, youtube y twiter.
Pues he llenado todo un armario enorme, con moles, moldecitos, bolees de todos tamaños, todo tipo de espátulas, cantidad de condimentos de todas clases. En fin todo un mundo de aparatos para conseguir que sus recetas sean estupendas.
Me encanta ver a mi hija lo feliz que es. Han tenido la suerte de encontrarse dos almas, las cuales el uno es cómplice del otro en cualquier cosa que deciden hacer.
Su dedicación y duro trabajo, les esta empezando a recompensar.

Se merecen que la vida les ofrezca todo lo mejor.
Los dos tienen títulos Universitarios. Mi yerno fuera de lo de cocina trabaja de lo que estudio. Mi hija, no, pero entre un trabajo y la cocina (que le encanta), están consiguiendo lo que se proponen.
Que puede haber mejor para unos padres, que ver a sus hijos felices.
Para nosotros nada. Si ella es feliz, nosotros también lo somos.
No creáis, que soy la típica madre que todo el día esta contando a sus amigas o conocidos, lo maravillosa que es su hija. No lo soy.
¿Por qué?, pues porque solo se necesita conocerla y sobra lo que yo pueda decir.
Dicho todo lo anterior.
Deciros, que esta semana, la cual he estado sola en casa, pues el PDLN esta de viaje. He comido fatal. Por aquello de….(no quiero cocinar).
Con lo cual esta semana, me toca “tocata y fuga” de la comida basura.
Tengo que cuidar mi salud física, tengo que volver a hacer ejercicio.
Mi salud mental esta bien, muy a pesar de que nos siguen “JODIENDO” los Bancos, pero me los paso, por el c……….
Lo importante en esta vida es, estar bien contigo misma y con los que quieres, lo demás todo se supera, pese a quien le pese.
Eso si, la salud mental tiene que estar muy bien, para conseguirlo.
Por ello. No se pude dejar que te afecten, las cosas que de verdad no son importantes.
Bueno queridos, me despido.
Espero la próxima intrusión del PDLN. Esperando que deje mi piscina y no me obligue a que este verano  no me pueda dar un chapuzón.
Un beso para todos.