sábado, 11 de agosto de 2012

Las mujeres al PODER.
Hemos, bueno han demostrado que si no es por las mujeres nos venimos de las olimpiadas con muy pocas medallas.
Un gran SOIS LAS MEJORES.
Me parece una injusticia que una gran parte de estos atletas, que se pasan gran parte de su vida entrenando duro para competir en los Juegos Olímpicos, solo tengan ese momento de gloria, que en ocasiones no les lleva a conseguir ningún triunfo debido a la feroz competencia.
Me puedo imaginar que solo el poder llegar a estar allí ya debe suponer toda una experiencia inolvidable. Lo más destacado de todas esas personas y lo que tendríamos muchos que copiar es su HUMILDAD.  Es injusto si lo comparas con el Futbol. No solo por la diferencia de dinero si no por el reconocimiento del gran trabajo que hacen anónimamente. Solo os tenéis que parar a pensar en cuentos nombres de atletas recordáis.  Solo unos pocos y futbolistas, muchísimos más.
La vida es así, solo unos pocos consiguen la gloria. “huy parece una canción” pero esa es la verdad.
Claro que la gloria en su amplio significado se puede llegar a conseguir a base de esfuerzo, pero como no tengas a la suerte de tu parte, puedes morir en el intento. A todos esos que dicen que eso de la suerte es una escusa. Les digo que me lo cuenten y seguro que no me convencen.
Me siento súper orgullosa de todos esos chicos que representan mi Pais.

Ahora cambio de tercio.
Sigo con el capitulo de mi yo como madre.
Como no suelo leer lo que he publicado, quizás me repita como el ajo, pero seguro que me perdonáis.
Cuando coinciden dos personas con mucho carácter suelen surgir algunos problemillas, pero nada insalvable. Eso nos pasaba a mi hija y a mí. Yo siempre he sido la que más discusiones hemos tenido y tenemos. El padre de alguna manera se quedaba al margen y como no pasaba a ser el “bueno” de la película.
Recuerdo que llegada a la famosa “edad del pavo” eran continuas nuestras discusiones, a mi no me acababan de gustar sus amigas y claro eso a ella le importaba poco. Y lo que no le gustaba nada era tener que darme la razón de lo que yo le había dicho, eso si que lo llevaba fatal. Es normal, pues en la vida es uno mismo el que se tiene que equivocar y cometer sus propios errores, no nos sirven los de los demás.
Pero a una madre no le gusta ver a su hija sufrir y menos pudiéndolo haber evitado, aunque sean cosas no muy importantes.
Eso me convertía en una madre pesadísima, en momentos tengo que reconocer que podía llegar a ser un tormento. Era tal el miedo que tenia a que mi hija no fuese ser todo lo feliz que yo le deseaba que casi consigo que mi hija no me contase nada, casi consigo el efecto contrario al deseado.
Reconozco que yo quería que mi hija consiguiese todo lo que yo no había conseguido, porque para mi ella podia ser lo que ella quisiera. Yo solo quería que estudiara lo que le gustara y que hiciese en su vida lo que la hiciese feliz. Ella tomo la decisión de hacer una doble licenciatura en una gran universidad y a los 18 años se separo por primera vez de nosotros. Los primeros mese para mi fueron durísimos, me sentía como vacía a pesar de que los mese previos a su marcha era una discusión continua. Pero los 450 km que nos separaban me parecían una barbaridad. Como no los primeros días no la llamaba a cada hora, porque estaba en clase, pero no era por ganas. En un principio solo pensaba en los peligros con los que se podria llegar a encontrar en una ciudad desconocida, pero menos mal que ella me hizo ver que era una mujer responsable y en la que se podía confiar , eso me dio como una especie de “paz” y me pude relajar. En cuanto podía íbamos a verla y ella venia una vez al mes. Me imagino que para ella a pesar de ser su elección en un principio tampoco le fue fácil, pero escasas veces se quejo. El hecho de nuestra separación hizo que cambiara totalmente nuestra relación y fue básicamente porque yo cambie mi manera de ser madre y pase a ser mucho más flexible y comprensible.
Desde el momento de mi cambio y dándome cuenta que por mucho que quieras a tus hijos no se les puede ahogar con nuestras ideas y que aunque pasemos miedo se les tiene que soltar la cuerda.
Tengo que reconocer que he aprendido y sigo aprendiendo mucho en mi papel de madre gracias a mi hija. Como tambien reconozco que estoy MUY orgullosa de la mujer en la que se ha convertido ha superado con creces mis expectativas .
Es una muy, muy buena persona sin perder su carácter, es inteligente, simpática con una sonrisa que enamora y por si eso fuese poco además es muy guapa. ¿ que más podia desear?.
De todo eso algo tendremos que ver nosotros “sus padres” pero el mayor merito es de ella.
Por todo ello se que lo mejor que me ha pasado en la vida, es haber tenido a mi hija.
Pues aunque hay mucha gente a la que quiero, como a ella no quiero a nadie.
Eso no es exclusivo mío, les pasa a todas las madres. ¿ a que si?
A pesar de todo ello no deja de ser muy difícil el ser madre. Pero merece la pena pasar por esta experiencia.
Me podía haber extendido más en mi definición como madre, pero tampoco quería ser pesada. Creo que la síntesis esta.
  

   

FELICES SUEÑOS

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