domingo, 16 de diciembre de 2012

Hola mis niñas.
Hoy estoy  ¡algo jodidilla¡. La razón es…….
Que no tuve valor para ir a Barcelona a participar en el (flashmon), bueno eso de ir a bailar en el centro comercial. Me escude en que mi querida consuegra nos había invitado a cenar el mismo día. Pero ahora me arrepiento, pues me deje invadir por mi sentido del ridículo. Otro reto a superar, no puedo perder mi titulo de payasa, de eso nada.
Bueno, se me paso la vena romántica, eso no quiere decir que ahora ya no sea romántica, simplemente que tengo que cuidar mi dosis de azúcar, pues puedo caer en lo empalagoso.
Cambio de tema.
Estamos a punto de llegar a esas fechas familiares, de grandes comidas y de largas dosis de silla. Me encantan las reuniones familiares, pues no siempre se pude juntar a tanta gente, pero lo que se me hace un poco cuenta arriba, es el estar tantas horas sentada y por defecto comiendo y bebiendo. Pues a mi me sucede lo siguiente: soy de digestión lenta y al no moverme como es de costumbre, mi estomago se me llena de gases, gases que no puedo eliminar y que me ocasionando una incomodidad horrible, sin olvidar que el modelito de turno, que al empezar el día me quedaba genial, acaba apretándome de manera desconsiderada y que me hace pasarme las últimas horas intentando contraer la tripa, para disimular mi hinchazón. Claro que esto tiene dos compensaciones. Una, que gozas de la compañía de tu gente. Y dos, que cuando llegas por fin a casa y te desnudas, el placer que siento es inexplicable. Eso de poder ir tranquilamente a tu baño, quitarte todos los abalorios y los zapatos, lo de los zapatos es lo mejor, pisar el suelo descalza y luego con mis cómodas y viejas zapatillas, eso no tiene precio. ¿a que no?.
Estaréis conmigo en que a pesar del espíritu Navideño y que por mucho que nos guste juntar a la familia, a las que nos toca cocinar, a final se nos acaba haciendo, “pelin” pesado, pues acabas bastante cansada. Cansada por el trabajo, por querer controlar que todo este perfecto y por el tener que cargar con el sentido de culpabilidad de haberte pasado con los dulces. Culpabilidad que me podía haber ahorrado, puesto que a mi no me matan los dulces y que solo los como por aquello de acompañar y ser una buena anfitriona o buena invitada.
No entiendo el porque tenemos ese afán de hacer montones de comida y comer, comer, como si no hubiésemos comido en un mes, esperando esas fechas. ¿Tengo razón?.
Eso no es bueno para nuestras saludes. Después necesitamos un mes y mucha fuerza de voluntad, para desengrasarnos.
Este año, me he propuesto el no pasarme, os contare si lo llego a conseguir o no.
Mientras tanto, vosotras intentarlo también, se que es difícil el no dejarse vencer por las tentaciones, pero de ese modo, nos quitamos la culpabilidad, que esa pesa, como pesa.
 Os deseo una muy buena NAVIDAD y por si no tengo tiempo antes, un muy FELIZ AÑO NUEVO.
Recordad, tener cuidado con la comida y con el coche. Pues no quiero perderos a ninguna.
Un abrazo de oso para todas.      

  
Adajunto felicitación de Navidad. No se me habia olvidado.

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